El muro
Años después te encontré de nuevo. Te pude contemplar a través del agujero del muro, el que nunca terminaron de reparar por suerte, por tener aquella oportunidad. Tú no me viste, ni sé si querías verme. La verdad es que lo desconozco. Siempre queda la curiosidad, que a veces nos da aliento y otras nos lo quita. Tu rostro brillaba a la luz del sol de la tarde. Con esos tonos anaranjados