-Medea lo vio venir, aunque antes ya lo había presentido. Alarmada por una acuciante sensación de angustia, cruzó hacia el exterior por las ventanillas rotas que daban al tejado, abandonando de forma súbita su sereno estado de meditación bajo un rayo de sol. Nmone la vio pasar y sorprendida la siguió, llamándola insistente con sus maullidos. Llegaron al borde del tejado, desde el que se divisaba la calle. Los tejados de las
Que sufrimiento... Que dilema... Así no puedo vivir...
Tengo mi habitación en una posada, su número es la treinta y ocho. Desde la ventana que da a Occidente se divisan en los días claros La Tierra de los Mil pájaros. Más allá se ven las montañas que aún no pueden tener nombre. Y más allá, la mar circundante, donde habita el gran dragón que vigila el mundo. Desde mi ventana no se ven las zonas blandas. Mejor que así sea,
Concours de ballons - a set on Flickr Todavía hay algún imbécil que se piensa que los globos y los barquitos voladores los inventaron en el manga... No, si la culpa es mía por enfadarme. Concours ballons LYON 1784
Esto es lo que pasa cuando se está en el paro. Lástima que solo suceda en esta situación, ya que no consigo escribir una línea, al menos tengo a las niñas para entretenerme. ¡Bah!, si total, está basado en hechos reales. Por cierto, que el título final de mis queridas viñetas, ha venido por sí mismo, y me viene que ni pintado.