Todas las cosas jamás soñadas

Narraciones, textos literarios y anotaciones

El bosque de hueso

Por |2007-02-07T13:31:45-05:00enero 19th, 2006|Libro de horas, Todas las cosas jamás soñadas|

- Últimamente, vienes mucho por aquí...- dijo una voz templada. Yo me giré despacio. Paseaba despacio con las manos a la espalda, y el vaho entrecortando la distancia en aquella helada mañana. Un aliento blanquecino se disipaba entre las ramas vestidas de musgo. Iba a contestar, cuando me vino un recuerdo a la mente, y dubitativo exclamé; - Pero, ¿tú no habías desaparecido, hace cuatro o cinco relatos?-. - Me diste la

El prado de los Cuervos

Por |2009-06-17T13:29:54-04:00enero 16th, 2006|Libro de horas, Todas las cosas jamás soñadas|

Un viento helado sopla imparable desde el noroeste. Y por más que busco abrigo, son escasos los momentos cálidos. Sigue constante y cautivador, azotándome el rostro agrietado. Y como adoro esta gélida caricia. La adoro sin razón. Nuevamente regresaron las agujas de hielo en los pinos. Hermosas y altivas, penden de las ramas y las hojas. ¿Lo recuerdas?, tan hermosas. Brillantes a la luz del día. Luminosas a la tenue luz de

La huida

Por |2007-02-07T13:36:25-05:00octubre 22nd, 2005|Dyss Mítica, Todas las cosas jamás soñadas|

Y en la oscuridad antes del alba se internaron en el bosque adentrándose en la noche que lleva a la tierra blanca Corrieron durante horas sin mirar a sus espaldas pues el terror que allí quedaba se llevaba la razón, destruía las almas Y en un recodo del camino divisaron a niñoroto que de su ciclo había regresado para llevarlos en su lomo ¡Niñoroto! ¡mi ciervo encantado! ¿qué te hicieron en la

El Mudador

Por |2007-09-18T15:19:21-04:00octubre 5th, 2005|Dyss Mítica, Todas las cosas jamás soñadas|

    El Mudador Son sus personajes: Kalessin, el dragón Tom, el topo Edanna, la bruja albina Mudador Las furias Lugar: El claro de los sauces. El edificio Románico del retoño del Roble Prólogo   Llegó con el despuntar del alba. Plegó sus alas con la eterna oscuridad y al ceder las tinieblas, pues de las tinieblas se alimenta y en la nada, habita su esencia. Y de su substancia está hecha

La noche de los cuentos

Por |2005-10-04T09:24:17-04:00octubre 4th, 2005|Todas las cosas jamás soñadas|

La palabra se hace un hueco necesario, nos hace gozar o sufrir con lo que descubre, nos obliga a asumir lo que somos. Nos hace sentir extraños. ¿Dónde estamos? Es el comienzo, la necesidad de escuchar y confesarnos, lo absoluto y la nada que se escribe en el aire, lo permanente que nos impide ser a medias. Vivir es contar. Un estremecimiento de la conciencia en el principio mismo de lo que

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