Entre un revoloteo de hojarasca y los últimos rayos de sol arrastrándose a través de los árboles, llegaron los niños salvajes. Iban prácticamente desnudos, cubriéndose con lo que habían encontrado en sus vagabundeos y lo que ellos consideraron que podía servir de atuendo. El que fuera digno era el menor de sus problemas. Algunos llevaban una camisa, blusa o pantalón bastante raído. Otros se vestían apenas con una manta. Con suerte alguno
Hay ante el trono de La Reina Valaria, ochocientos ochenta y seis escalones. Los mismos que habitaciones hay en la morada del coleccionista, miles de millas más al este. Cada peldaño lleva esmaltado un sello en cuyo centro se haya circunscrito el ave de presa por medio de la serpiente, y podrían verse más claramente y con detalle, si uno no tuviese que retirar con cuidado la alfombra de huesos que yacen
Una bahía, dos montañas, dos bahías, un estrecho, dos océanos, tres cordilleras, una cordillera, tres ríos, otro mar, otra bahía, otro río, aquí va el bosque, no... aquí. Dos bahías, tres montañas, un estrecho, el océano no va aquí. Un par de ríos más, total, ni que le fuera a importar a nadie. Vaya... ¿Por dónde iba?
Ya está bien. ¡No aguanto más! ¡No lo soporto! ¡Basta! ¡¡BASTA!! ¡¡NO, NO VOY A REACTIVAR MI CUENTA PARA JUGAR CONTIGO!! Cuando pienso que me miraban raro cuando hablaba de las bondades y maravillas de los mundos-masivos-multiusuario...No es ninguna broma.
Porque fue el primero que jugué, y me da que será el último que jugaré. La llamada de Cthulhu 6ª Edición: por fin, ¡ya era hora demonios! Y lo dice aquí. Cthulhu es mi pastor, con él, nada me falta. Puedes parar un ratito del Wow y probarlo, mejorará tu vida, probablemente. "Llevamos casi diez años soñando con poder realizar este anuncio y por fin ha llegado el momento: Edge Entertainment publicará
Las aguas de muchos ríos confluyen en la ciudad de piedra que no es piedra. Uno de tantos lugares antiguos, que se levantan con la osadía de la ingenuidad y del deseo de existir. La fortaleza de los mil escondrijos le decían algunos la última vez que la visité, y eso, fue hace ya mucho tiempo. Llegamos al crepúsculo, cuando ya estaban cerrando las puertas de la ciudad-fortaleza. Un agujero de civilización