relato

El son de tus alas (III)

Por |2012-05-08T11:04:09-04:00mayo 8th, 2012|Dyss Mítica, Regiones míticas|

Nadie conoce mejor el castillo que su propio dueño, así que con gran habilidad se aproxima hasta la muralla, ocultándose, y que escala con facilidad. Al llegar a lo alto a un adormilado soldado sorprende al que, de un puñetazo, la mandíbula le rompe como escarmiento. Bajando por el torreón cruza los pasillos hasta el cruce de las galerías, donde una vieja y espantada criada da un grito al verlo, que el

Mi pequeño prisionero (revisado)

Por |2012-04-12T23:27:50-04:00abril 10th, 2012|Libro de horas, Regiones míticas|

Cada día, hace tiempo, subía siempre al desván donde, sujeto a una cadenilla de plata, mantuve a mi ánimo encadenado. Hace tiempo que lo tenía prisionero, no tenía más remedio. Él, adoraba tumbarse dentro del cálido cuadradito luminoso que un rayito de sol arroja sobre las tablas, siempre alrededor de la media tarde. Mi ánimo es muy singular pues viene y va donde y cuando se le antoja, y eso, no lo

La huida (ed. revisada)

Por |2012-04-19T10:53:14-04:00abril 10th, 2012|Dyss Mítica, Regiones míticas|

En su carrera, el ciervo volaba por el bosque. Sus pezuñas dejaban rastros pares en el húmedo manto de hojas podridas. Huellas distantes en su alocada carrera por la vida. De sus hollares goteaba la saliva caliente, y un vaho desesperado se mezclaba con las claras nubecillas de vapor del suelo y las hondonadas. El astil de una flecha corta le sobresalía de su cuarto trasero, bañando de púrpura su costado, dejando

De la bóveda celeste

Por |2012-03-27T18:45:52-04:00marzo 30th, 2012|Dyss Mítica, Regiones míticas|

Enmarcadas en una majestuosa bóveda celeste, Dyss tiene el privilegio de albergar, como ya he descrito, dos lunas además de un sol que ya conocemos como Lugh, y que no anda solo en el transcurrir de la jornada pues mantiene siempre a su “Jareth” muy cerca, como un manto que se extendiese a través del firmamento. Pero en los cielos existen otra infinidad de detalles que precisan de un poco más de

Los niños salvajes (v. revisada)

Por |2012-03-12T02:47:07-04:00marzo 12th, 2012|Realidad básica|

Entre un revoloteo de hojarasca y los últimos rayos de sol deslizándose a través de los árboles, llegaron los niños salvajes. Iban prácticamente desnudos, cubriéndose con lo que habían encontrado en sus vagabundeos y que ellos consideraron que servía de atuendo. El que fuera digno era el menor de sus problemas. Algunos llevaban una camisón raído, un jirón de manta, tiras de piel o de lino para vendar a los leprosos, una

La mensajera

Por |2012-03-07T23:55:40-05:00marzo 6th, 2012|Dyss Mítica, Regiones míticas|

       Llegó a la ciudad montada sobre un destrier de más de mil setecientas libras, completamente desprovista de prenda alguna,  sobre la cuarta hora del día de Brennan, en la séptima estrofa, mes del duelo. No hubo mirada de hombre en todo Caernavon que no vibrara de lujuria; no hubo al amparo de Lugh mirada de mujer que no transpirara envidia por aquella piel tensa como un bordado sobre el bastidor, y

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