La Espada Negra
Esta mañana, de madrugada, uno de los hermanos juramentados de La Hermandad de la Espada Negra llamó a mi puerta. Me pillaron en bata, rulos y con una pinta ridícula. Se ve que andaban tocando por el barrio así que tuve también el placer de saber algo acerca de ellos, aunque yo siempre tenga la impresión que esta es una de las casas que se encuentran algo más alejadas del resto. Una