En un sueño del pasado
encontré la primavera
marchita y desprendida
de poemas reservados
a un sueño más que olvidado

Me cuesta tanto olvidar
que lloro aún en mis noches
cuando no me puede ver la luna
las quimeras separadas
de razones y de olvido
de paredes blancas de silencio
de felicidades ajenas y el orgullo
que no me deja escapar
de todos los ladrillos de este muro

Este muro de silencio
este muro que me cuesta olvidar
que por querer ni queriendo aún más que a nada
se me negó todo lo aprendido
todo cuanto estaba ya negado
desde el comienzo, y al final
hasta el olvido nos ha separado

Y maldigo a los poetas
que me dejaron tan solo las horas
blancas noches y negros dias
donde te llamaste traicionada
y yo te llamo sola y vacía
donde no hay nada más
que horas envueltas en sueños atados
con la soga de cáñamo mojado
de traiciones y melancolías