España se chamusca y más concretamente Canarias, a las que no suelo echar de menos. Mientras tanto con treinta grados bajo cero duelen los oídos, duelen los dientes, hasta las ideas duelen más que de costumbre.
Pero la alegría de «Rossie» que en su vida de perro anhela morder la nieve mientras con las palas se remueve con tesón tanta incómoda blancura en forma de agua congelada, me recuerda que los brillos bajo el sol bien valen dos o tres moratones por el aire gélido. Aquí duermen los duendes, y en su sueño les sonríen velando por ellos estas sobrinas que la fortuna me ha traído en una especie de regalo exquisito, sin esperarlo, como todos los buenos regalos.
Y yo no quiero dejar jamás de escuchar vuestras risas, pues quién si no me librará entonces de tanta cordura.
Sólo de ver las fotos me han dado eskalofríos.
Sé te vé (lee) enkantado de la vida, BRAVO, BRAVÍSSIMO.
Gracias x la visita y la felicitación.
Smuacks, axuxones y feliz no kumpleaños.