Desde Arco 2007 hasta hoy, donde me la vuelvo a encontrar en la portada del suplemento del ABC. De nuevo se pasea, va y viene, regresa, y me abandona, dejándome contemplando en silencio esa mirada.
El museo Reina Sofía fue el que afortunadamente adquirió parte de su obra. Al menos allí se estará quieta, donde yo pueda sentarme a observarla.
Y todo por tener en mis salones sus Regiones Míticas. El regalo de Desiree Dolron.
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