Kaleth ”El Dragón de Bronce”
Kaleth, más conocido como Kalessin el Grande, padre del mundo; un apelativo que resulta bastante legítimo pues Dyss debe su origen, en parte, al poder y a la presencia de Kaleth.
Su nombre significa: "Aquel que tiene una bella energía", lo que constituye todo un hecho puesto que toda la fuerza que impulsó la vida desde la creación del mundo debe su origen a la bravura del padre; además de a la voluntad de la madre.
Los orígenes de Kaleth son un misterio pues nada se sabe de él antes de haber iniciado la huida que lo llevó a recorrer gran parte del multiverso, tratando de escapar de la tiranía de un poder ancestral, dios y opresor; el poder que en todo pretende ser absoluto y que rige incluso más allá de las mismísimas orillas del multiverso.
En su persecución fue tras él Morthid con la misión de darle caza por orden de ese mismo dios opresor; y así, tras cargarlo de cadenas, llevarlo de vuelta ante él, humillado, para que se postrara a sus pies; misión que Morthid todavía pretende llevar a cabo.
Kaleth se trata, por lo tanto, de una criatura antiquísima, más antigua que el mundo, que un día estuvo al servicio del dios tirano y que, tras rebelarse, cayó en desgracia debido a su afán de querer hallar un lugar en el multiverso donde poder disponer de todo el valor de su dignidad, de su libre albedrío y de la voluntad de poder describir su propio destino.
Como un ángel caído perfecciona la ironía de su existencia en el eterno abrazo que le une a Morthid, ligados los dos en una lucha que resulta del todo contradictoria, sólo eterna en apariencia y cuyo resultado hasta ahora sólo ha sido el que ambos hayan dado vida a una de las criaturas más maravillosas del multiverso, es decir, a la propia Dyss.
Pero de todos estos detalles ya hablaré más detenidamente en la sección dedicada a la cosmogonía.
Todo esto justifica que cataloguemos a Kaleth como un poder extranjero si nos atenemos a que sus orígenes se remontan a lugares ajenos a este mundo, lo que resulta a su vez una definición algo paradójica pues ya estaba presente antes del nacimiento de la Gran Consciencia.
Kaleth no sólo camina por el mundo sino que forma parte de éste, junto a Morthid, aunque puede adoptar diversas formas y materializarse de muchas maneras. Está, por tanto, presente en todas las cosas, entrando a formar parte también de la propia consciencia del mundo que él mismo ha creado. Por ello, Dyss es, en parte, algo del padre; algo de la madre y, en mayor medida, algo propio e independiente.
La intensa individualidad de la hija proviene, sin duda, de la del padre, que defiende por encima de todo la libertad y el valor de la dignidad de todas las criaturas ―y hasta la de la misma materia inerte― siempre y cuando no entre en conflicto con el valor de la dignidad de los demás.
Resulta pues labor de todas las criaturas el defender su propia libertad ayudando a su vez a preservar las de todos los que las rodean, trabajando todas juntas como entidades que intentan sobrevivir en un mismo mundo, compartiéndolo, haciéndolo suyo, y formando parte de éste como si fuese una parte de sí mismos.
Una parte de la consciencia de Kalessin deambula, materializado bajo diferentes aspectos, casi siempre en la forma de un enorme y hermoso dragón de tonos broncíneos que varía en diferentes tonalidades metálicas. Suele montar vigilancia en la periferia del mundo, más allá de las enormes barreras de hielo que aíslan el continente central tras atravesar el Mar Circundante, casi siempre centrado en proteger a Dyss de los intrusos que provienen de otras regiones del universo y de otras regiones del cosmos mucho más lejanas aún.
Siempre expectante, siempre vigilante, no suele comprender las motivaciones de las criaturas menores, pero en muchas ocasiones ha compartido con ellas secretos vitales si esas criaturas son capaces de ayudarle en su labor y en todos los propósitos que se ha propuesto cumplir.
Otra parte de sí mismo, casi toda la mayor parte de la esencia que forma su consciencia, permanece ocupada en su lucha contra Morthid. Una lucha que se prolongará hasta que ambos se destruyan mutuamente o hasta que ambos reconozcan, de una vez por todas, aquello que no se han atrevido a confesar hasta ahora.
Como se desprende de lo que he expuesto hasta el momento, una entidad como Kalessin puede dividir pues todo lo que significa ella misma, siendo capaz de estar en muchos lugares a la vez de una manera muy difícil de comprender para las criaturas comunes de nuestro mundo.
Principios
―Defiende tu dignidad y libertad personal mientras ayudas y proteges la de todos los demás.
―El valor de tu dignidad y de tu libertad termina cuando entra en conflicto con el de otra criatura. No antepongas tus propias metas a la libertad de los que te rodean, sin olvidar que debes luchar por sobrevivir.
―Protege y defiende el mundo que te rodea pues formas parte de él, siendo una parte de él. Dañándolo sólo te dañas a ti mismo.
Poder mayor: exaltado
Origen: extranjero*
Alineamiento: legal bueno.
Símbolo: La efigie de un dragón. Existen muchas variantes y su imagen simbólica es representada de muchas formas.
Colores preferentes: Bronce y una amplia gama de tonos metálicos.
Armas predilectas: Todo tipo de armas contundentes.
Áreas de influencia: Sol, vida, justicia, honor, nobleza, protección, fuerza.
*Dominios D&D 3.X: Bien, sol, curación, ley, protección, fuerza.
*Sus orígenes son ajenos a Dyss.
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Kaleth ”El Dragón de Bronce” Kaleth, más conocido como Kalessin el Grande, padre del mundo; un apelativo que resulta bastante legítimo pues Dyss debe su origen, en parte, al poder y a la presencia de Kaleth. Su nombre ……