Lludd y Llevelys

Lludd, hijo de Beli, hijo de Manogan, era rey de la isla de Bretaña y su hermano Llevelys gobernaba en Francia después de haber contraído matrimonio con la hija del rey francés. En aquel tiempo se abatieron sobre la isla de Bretaña tres plagas: la primera era la invasión de una tribu extranjera, los Corianneit; la segunda, un grito espantoso que se oía cada noche de primero de mayo y que causaba terribles estragos, y la tercera, la continua desaparición de víveres y provisiones de la corte del rey.

Mabinogion
Como Llevelys siempre se había distinguido por sus sabios consejos, Lludd decidió ir a Francia a verle y preparó su viaje con el máximo secreto posible, pues los Coriamaeit eran capaces de oír cualquier conversación si el viento se la llevaba. Una vez en Francia, Llevelys explicó a Lludd, a través de un cuerno para que los Corianneit no se enteraran, las causas de las tres plagas y cuáles eran los medios para librarse de ellas. En primer lugar, sólo podría aniquilar a los Corianneit virtiendo sobre ellos unos insectos triturados en agua. Así, debería reunir a todo su pueblo y a los Corianneit con el pretexto de hacer la paz y derramar el agua sobre todos. Esta sólo debería afectar a los invasores. En segundo lugar, el grito era el de un dragón que luchaba con otro dragón extranjero; para acabar con aquel grito, debería medir la isla hasta encontrar su punto central; allí cavaría un agujero y en él depositaría una tina llena de aguamiel, cubriéndolo todo con una capa. Aquella noche debería velar en persona y vería combatir a los dragones que al final, agotados, caerían sobre la cubierta y la arrastrarían hasta el fondo del agujero. Una vez allí beberían aguamiel y se quedarían dormidos. Seguidamente plegaría la tela alrededor de ellos y los haría encerrar en un cofre de piedra, enterrando después el cofre. La tercera plaga era debida a un mago, que hacía dormir a todo el mundo en todos los banquetes para entrar en su corte y apoderarse de todas las provisiones. Lludd debería velar él mismo y para no dormirse se sumergería en una tina llena de agua fría. Entonces llegaría el mago y debería combatir con él. Llud hizo todo lo que le indicó su hermano Llevelys: aniquiló a los Corianneit, encerró en el cofre a los dragones y por último venció al hombre que con su magia se apoderaba de sus provisiones. Así logró Lludd, hijo de Beli, terminar con las tres plagas de la isla de Bretaña.