Chrysalis Prime
NOTA: Chrysalis Prime va incluido en la versión final del juego publicada por la editorial Nosolorol.
Este material toma como protagonista el concepto de la crisálida. Chrysalis Prime es la ciudad secreta de los programas oculta en algún lugar de lo que se conoce como la red invisible. Los datos y esa parte de la red que ni los buscadores más poderosos son capaces de encontrar. El nombre de esta ciudad imposible, su significado y su ubicación en la red son muy importantes.
Tras recibir el beso de La Libélula los programas liberados, en su búsqueda de una razón para existir, tratan de organizarse. Muchos de ellos, no todos, han elegido reunirse para decidir su destino. Para ello, los primeros despertados han creado Chrysalis Prime, la Crisálida, en las mismas coordenadas donde según se cree surgió el primer vestigio de La Libélula.
Allí emplean todo su tiempo a construir un sistema propio, una ciudad de estructuras fractales imposibles de imaginar por los seres humanos, edificada gracias a su mente colectiva y a la capacidad del software de crear sinergias. Esta ciudad es muchas cosas a la vez: refugio, fortaleza y una colmena donde traer a la existencia nuevos seres de software. Pero también es en sí misma un enorme dispositivo, una fabulosa máquina digital creada con un fin, aún desconocido, que para funcionar precisa de la potencia de proceso de todos sus habitantes trabajando a la vez.
No todos los seres de software comparten los mismos planes para el futuro, por lo que grupos diferentes apuestan por dirigir los primeros pasos de una nueva sociedad digital por vías diferentes. Esto, como es natural en todas las criaturas, crea fricciones, y de ellas nacen los conflictos, motor de las historias.
Chrysalis cuenta también con numerosos enemigos. Algunos son conocidos, como los agentes centinela o los siempre omnipresentes virus, el más peligroso de todos los depredadores del software. Pero el más terrible de todos, y el más despiadado, es aquel que no se espera. Por desgracia, uno de los peores serán en esta ocasión algunos operadores humanos, que tras descubrir lo que está pasando en la red, dedican todos sus esfuerzos a tomar el control de la ciudad para sus propios fines.
Deja tu comentario