Mnemósine
Mnemósine, nombre en honor a la personificación de la memoria, madre de las Musas, es un mini juego muy sencillo y experimental. El juego ha tenido un origen algo peculiar. Surge como ejercicio final para unas asignaturas sobre Arte y estética digital. Se me ocurrió presentar como trabajo final una apuesta de juego de rol que yo considero mucho más interesante que los sistemas de hipertexto con funciones similares cuyas características aplicadas a la narración he visto durante el curso.
En el juego se propone poner a un grupo personajes en situaciones de crisis de forma inmediata; conflictos basados sobre todo en muchos de los grandes problemas sociales de actualidad: refugiados que huyen de un país en guerra con la esperanza de que otros puedan acogerlos, víctimas de un ataque terrorista, emigrantes cruzando un pedazo de océano con la esperanza de comenzar una nueva vida… En fin, muchas situaciones donde, como ves, la tragedia, el drama humano y sus conflictos son el eje de las historias. El sistema de juego está pensado por lo tanto para, en la medida de lo posible, reflejar los elementos que brillan en este tipo de historias. Porque sí, el sistema importa…
El núcleo principal del sistema de Mnemósine resultará muy familiar para muchos. Está basado en dados d10 (o D6 si no se tienen de los primeros, que quiero ponerlo fácil). Se comienza con un dado y se van añadiendo algunos más en base a si se cumplen una serie de condiciones descritas en unas etiquetas. Un sistema inspirado en Lady Blackbird y muchos otros juegos que seguro que conoces o de los que has oído hablar.
Pero esto es lo que sostiene el núcleo principal. Después el personaje cuenta con algo que está presente en el juego de rol Dyss Mítica: el apoyo que posee de su voluntad, su esperanza y la confianza en poder mejorar su vida y la de los suyos. Estos serán los recursos con los que contará cada uno.
Aunque Mnemósine puede jugarse del modo tradicional, mi verdadero interés es que se utilice con los sistemas de comunicación digitales disponibles hoy en día. Los sistemas de videoconferencia como Hangout, Skype o incluso aplicaciones para juego online específicas como Roll20 son las primeras que me vienen a la cabeza, pero se me ocurre que también es posible utilizar la tecnología de teléfonos inteligentes y tabletas. Todas estas tecnologías permiten poner en práctica lo que propone el juego, que es utilizar a la audiencia como si fuese el coro de una obra de teatro griego clásico.
Por si no lo sabías, en el teatro griego clásico la participación de un xhoro, o coro, que con el tiempo se fijó en 15 miembros, es una de sus principales señas de identidad. El coro hace comentarios, casi siempre cantando, proyecta temores, esperanzas, reprocha o alaba. Puede llegar a tener incluso la responsabilidad de llevar el papel de un personaje, a menudo la representación de algo muy simbólico como es la muerte, la guerra, la enfermedad, el destino o un enemigo muy difícil de derrotar. Bien, en Mnemósine el público obtiene autoridad narrativa de forma directa (puntos de control que poder utilizar) o indirecta (comentarios, reproches, halagos…), que le dan la oportunidad de participar en la narración. Y no, no tiene que hacerlo cantando necesariamente, pero considero que sería muy divertido si participara usando su tono habitual, ceremonioso y tan contundente como un martillo. Por supuesto, el coro tiene poder para que tal sentencia se cumpla.
Como es obvio, la partida puede hacerse presencial si se desea con algunos participantes en el papel del coro. Ya sea en el salón de tu casa, en tu club de rol o en unas jornadas, la figura del que «solo está allí para mirar» ya no tiene excusas para no participar.
¿Y el resto?…, pues espero que me ayudes a descubrirlo, que de eso se trata. Creo que para este pequeño proyecto mío no hay mucho más que decir salvo que su formato, por gusto personal (vamos… por puro capricho) será cuadradito. Una referencia a la cuarta voz, es decir, la famosa cuarta pared. Ya en el juego procuraré que obtengas toda la información que necesitas saber.
Deja tu comentario